La complicada racha de San Lorenzo en el Monumental

San Lorenzo ya cumplió con los dos objetivos que tenía pautado para este semestre: clasificó a la Copa Libertadores y pasó de ronda en la Sudamericana, así que, para el último encuentro de la Superliga, ante River, puede darse un respiro.

Sin embargo, hay una racha negativa que marca la historia moderna del Ciclón, y es que River es el gran "cuco" de los Santos de Boedo. El historial marca que los Millonarios le llevan 19 partidos de diferencia y a San Lorenzo le resulta bastante difícil poder vencer a los de Nuñez.

La racha negativa que salta a la luz en estas fechas es la que denota la incapacidad de imponerse en el Monumetal. Hace 14 años que el Ciclón no logra ganarle a River en el Antonio Vespucio Liberti: la última vez fue en 2004, cuando de la mano de Pablo Zabaleta y Ezequiel Lavezzi, los azulgranas vencieron por 2-1 a los dirigidos por, en ese entonces, Leonardo Astrada.

El marcador de aquel encuentro se abrió de manera temprana, cuando un ataque de River por la banda derecha derivó en un centro que el arquero azulgrana José Ramírez no supo contener y la metió en su propio arco. A los dos minutos de iniciado el encuentro, River ya se imponía.

Pero la respuesta de los de Héctor Veira no se hizo esperar. Seis minutos después, el Ciclón llegó al área local con intensión de lastimar y poner tablas. Ezequiel Lavezzi remató en carrera y fue tan fuerte el disparo del delantero de San Lorenzo, que el guardameta Franco Costanzo no pudo quedarse con la pelota y dio un rebote muy largo, que cazó Zabaleta para empatar el partido.

La paridad no se iba a romper hasta mediados del segundo tiempo, cuando Lavezzi recibió un pase en el área grande riverplatense y cruzó un disparo fortísimo que el arquero Costanzo no tuvo la oportunidad ni siquiera de ver. Golazo y victoria para el Ciclón.

Este lunes, desde las 21.15, San Lorenzo volverá a visitar el Monumental sin la necesidad imperiosa de ganar, ya que la clasificación a la Libertadores 2019 ya es un hecho, pero el hincha azulgrana no piensa en otra cosa que no sea romper con esa maliciosa racha y, de paso, dejar fuera de la zona de Copa Sudamericano al viejo rival, que necesita sí o sí los tres puntos para jugar un torneo internacional el año que viene.