“Aguirre no quiso ni probarme”
Tino Costa jugó en San Lorenzo luego de una carrera enrome por Europa, pero no tuvo continuidad. El volante habló sobre su paso y fue duro con Diego Aguirre.
La cuarentena nos da la posibilidad de revisar el pasado, y eso realizó el medio interactivo Zona 10 que se encarga de analizar el fútbol más allá de la actualidad. En una entrevista con Tino Costa, el jugador habló de su paso por San Lorenzo y se mostró duro con Diego Aguirre, el entrenador de aquel momento: “En otro momento te diría que es el peor entrenador del mundo y que es un desastre. Hoy estoy más maduro y te puedo decir que tenía un equipo armado y no quiso ni probarme”.
El jugador llegó con grandes expectativas, pero en su posición estaban Néstor Ortigoza y Fernando Belluschi. “No me gusta como entrenador. Tiene un gran preparador físico que era el responsable de cómo jugaba el equipo al principio. No tuvimos feeling, me hubiese gustado jugar más pero me encontré con un DT que no me quería”, comentó el volante creativo. A su vez, se mostró conforme con la actitud que tomó la hinchada de San Lorenzo: “La gente vio que estaba para jugar más pero no se dio. El fútbol no es lineal”.
Tino Costa sobre su mala relación con Diego Aguirre cuando el uruguayo era DT de #SanLorenzo pic.twitter.com/9cnjOjNRHv
— Zona 10 (@ZonaDiez_OK) April 11, 2020
Además, el jugador recordó que en su última etapa Aguirre lo unió a grupo de marginados, que entrenaban separados del plantel: “Hay maneras de decir las cosas. Si me hubiese dicho que no contaba con nosotros en la cara hubiese sido distinto. Yo a mitad de año tuve la oportunidad de volver a Europa y me dijo que me quede para la Libertadores. Después nos dejó junto con jugadores con trayectoria como Bergessio o Coloccini sin poder ni cambiarnos en el vestuario. Me indignó”.
Más allá de todo, Tino Costa cumplió el sueño de su familia llegando a San Lorenzo para ponerse la azulgrana: “Me quedaba un año de contrato en el Spartak. El último año estaba en Fiorentina y tenía la oportunidad de quedarme pero quería cumplir mi sueño. Cuando me presentaron mi padre se puso a llorar y yo me aguantaba para no llorar”. Y finalizó: “Ese día sentí que ya había valido la pena”.