Mariano Soso castigó a Ángel Romero
Después de protagonizar la jugada que derivó en la dura lesión de Herrera, el delantero guaraní se entrenará aparte de sus compañeros por disposición de Soso.
Todo lo sucedido en la picante práctica del viernes en la Ciudad Deportiva sacudió las estanterías internas de San Lorenzo. La terrible lesión de Andrés Herrera, quien se fracturó el peroné izquierdo luego de una dura patada de Ángel Romero, estremeció al plantel entero. Muchas versiones surgieron en las últimas horas. Lo concreto es que este sábado, antes de comenzar con el ensayo, Mariano Soso juntó a toda su tropa y les habló por unos minutos. Y resolvió que Ángel Romero no participe de los entrenamientos del grupo por una semana, en principio, a modo de castigo.
La sanción puede resultar leve, pero si hubiera fútbol el mellizo se quedaría al menos un partido relegado. El entrenador fue tajante y conciso en su discurso al frente de sus dirigidos. Les dejó en claro que estas cosas no puede suceder y si ocurren deben tener una consecuencia. El delantero paraguayo escuchó atentamente y acató todo lo que dijo el DT. El tirón de orejas comenzó a regir de inmediato. De hecho, Ángel no participó de la práctica de fútbol que diagramó el cuerpo técnico.
De ahora en más y por el lapso de una semana se moverá aparte, pero sería en el mismo horario que el resto. Es la penitencia que encontró Soso para el guaraní que, según pudo averiguar Mundo Azulgrana con una fuente de su círculo íntimo, está arrepentido de lo ocurrido.
“Me equivoqué”, es la frase que repite el hermano de Oscar en la intimidad. Jura y perjura que no se tiró a lastimar a su compañero, con el cual tiene una buena relación. Pero reconoce que se podía haber evitado. ¿Cómo fue la jugada de la desgracia? Según pudo reconstruir este sitio, todo ocurrió en un fútbol reducido. Ángel iba a recibir un pase de un compañero de su equipo, pero la pelota fue a dividir y Herrera lo anticipó. Ahí fue cuando el hombre de la selección de Paraguay se le tiró de atrás al defensor con exagerada vehemencia y lo lesionó. No fue queriendo, pero fue innecesario y por eso es el castigo que le aplicó Soso.
El malestar en algunos jugadores fue y sigue siendo grande. Incluso en la dirigencia algunos integrantes siguen sin comprender porqué sucedió algo así. El correr de los días ayudará a bajar la efervescencia de una situación que agitó a todos.