"No sirve tener un equipo con ovejitas que no se enojen cuando las cosas van mal"

El Ciclón llega al clásico de una manera poco agradable. Golpeado por la dura derrota ante Central Córdoba en el último partido, el equipo deberá cambiar la imagen contra el Globo para no profundizar la crisis que viene arrastrando desde hace un largo tiempo.

Para palpitar los momentos previos, Walter Perazzo habló desde su experiencia con la camiseta azulgrana y analizó los problemas que tiene San Lorenzo en la actualidad: “Lo que molestó el otro día fue que no hubo reacción. La vergüenza deportiva es algo que el jugador no puede perder", y agregó: “Después de una goleada como la del otro día, es lo ideal jugar contra Huracán. En 90 minutos podés cambiar el presente con un envión anímico muy importante y además la gente se tranquiliza".

Haciendo referencia al 0-4 contra los santiagueños y la actitud demostrada en el campo, fue contundente: “No se puede quedar con la imagen de un equipo abatido cuando faltaba media hora. No sirve tener un equipo con ovejitas que no se enojen cuando las cosas van mal".

Desde su lugar como entrenador, salió a bancar el proyecto que lleva adelante Diego Dabove y la gran cantidad de cambios que impondrá para el partido de hoy: “Dabove no agarró algo sencillo, en veinte días no se soluciona todo lo que viene de antes, así que no es justo caerle a él. La semana te va marcando qué camino tomar. O bancas al que viene teniendo un mal momento o cambias para que nadie se sienta intocable".

En cuanto a la posición de centro delantero y las discusiones que hay por Franco Di Santo, Waltergol aclaró: “Di Santo es un centrodelantero que no es goleador, sabíamos lo que se traía. Es un error pedirle algo que no tiene. Si jugamos con él, es importante tener un volante con llegada para que él que haga el trabajo sucio".

Por último, hizo una comparación entre cómo se vivía en un plantel de los 80’ y cómo es ahora, especialmente cuando se juega sin público: “La gente te hace sentir un clima distinto en la previa a un clásico, no es positivo que sea a cancha vacía". "En nuestra época, la gente fue el motor. Cada partido iba a la cancha y más allá de la situación alentaba siempre. Nosotros en la cancha le rendíamos tributo a eso. La prioridad era la camiseta".