A 29 años de la inauguración del Pedro Bidegain

La tarde del 16 de diciembre de 1993 una larga caravana de hinchas azulgranas partió desde Avenida La Plata rumbo a una nueva ilusión y esperanza. Volvíamos a ser locales luego de un largo periplo por los estadios de Huracán, Ferro, Vélez, Atlanta, Boca, River. Todas las canchas reventaron de público azulgrana en esos 14 años de desarraigo, pero la hinchada del Ciclón anhelaba volver a sentir ese deseo de la casa propia.

Desde esa tarde/noche gloriosa de 1993 un “himno” repartido en un panfleto nos hizo sentir más que nunca lo que era recuperar la casa propia: “Todo comienza al fin, el cuervo es alegría, Volvemos a ser local ya llego el día, tenés que comprender que el alquiler se termina, la cancha de Huracán va a estar vacía. Decían que el Ciclón nunca terminaría, la cancha en el bajo y se reían. Y ahora lloran todos, todos los quemeros, velorio en la quema y fiesta en Boedo. Donde todo el año es carnaval”.

Los más de 40 mil presentes (y los muchos que no pudieron ingresar por los prohibitivos precios) disfrutaron desde el lugar que les tocase luego aquel himno cantado por la maravillosa voz de José Angel Trelles, desaparecido físicamente hace pocos días: “San Lorenzo querido, hoy te vengo a cantar, en el nombre del padre, que la vida te dio, de los hijos que siempre, a tu lado estarán, y el espíritu santo que nunca claudicó, Dale Ciclón, Dale Ciclón, a cualquier lugar del mundo voy con vos….”

También hubo un partido en el que enfrentamos a un rival (posteriormente presente en varios de los festejos del club) como la Universidad Católica de Chile. Los once iniciales azulgranas fueron Passet; Zandoná, Arévalo, Ballarino y Escudero; Monserrat, Cardinal, Roberto García, Gorosito; Biaggio y Bennett. El “Bambino” Veira el entrenador.

Al “Pampa” Biaggio le quedará el honor de ser el autor del primer gol en el Nuevo Gasómetro (mientras que Carlos Netto hizo el primero oficial en el triunfo por 1 a 0 ante Belgrano el 1 de marzo de 1994), cuando a los 20m venció a Toledo con tiro bajo. Finalmente el Ciclón ganó por 2 a 1, convirtiendo a la media hora del complemento el “Luifa” Artime el tanto del triunfo.

Se terminaba entonces un tiempo oscuro de la historia de San Lorenzo, que incluyó también la efímera pérdida de la categoría en 1981. Con la nueva cancha nuevos aires llegaron al Ciclón de Boedo y pronto concluyeron aquellos interminables 21 años sin títulos locales, con la vuelta olímpica del 95. Después vinieron el 2001, 2007 y el 2013, y la conquista internacional con la Mercosur 2001, Sudamericana 2002 y la ansiada Libertadores 2014. Y por los nuevos logros que van a venir, Salud al querido Pedro Bidegain.

POR LEANDRO D'AMBROSIO