Una injusticia nacional

“Sería un sueño que Argentina juegue de local en San Lorenzo” señaló el prodigioso hombre que cuida el verde césped del Bajo Flores. Las expresiones de Duarte reflejan una injusticia con nuestro estadio, que desde su inauguración el 16 de diciembre de 1993, jamás recibió la visita de una Selección Argentina.

Pocos después de abrir sus puertas, el presidente Fernando Miele anunció que la Argentina jugaría con Camerún en el Bidegain, como parte de la inauguración del nuevo estadio. La noticia fue quedando lentamente sin efecto bajo ciertos rumores que indicaban que Grondona había bajado el pulgar al declarar por lo bajo que nunca Argentina jugaría en un estadio con una villa miseria enfrente. La canallada del siglo.

Ciertos antecedentes nos dan idea del veto al Nuevo Gasómetro, que no ocurrió con otros estadios inaugurados durante la gestión grondonista. Quilmes inauguró su nuevo terreno en abril de 1995 y dos meses después jugaba Argentina contra Australia. En junio de 2003 se inauguró el estadio Ciudad de La Plata, jugando un mes después los albicelestes contra Uruguay. En el Bajo Flores ni un amistoso argentino vimos..

San Lorenzo cobijó hace dos años a la Selección de Colombia que confió en nuestro estadio para sus partidos, mientras que Argentina siempre nos dio la espalda. San Lorenzo siempre fue lugar de Argentina en su viejo estadio de la Avenida La Plata, donde la Selección ganó los Sudamericanos del 29, 37 y 46.

Con un presidente como Lammens que trabaja por la inclusión social, veríamos con agrado los hinchas que se termine con aquel mito que Argentina no juega en nuestro hermoso estadio por los vecinos de enfrente.