La despedida de Martina Buffarini
A través de las redes sociales, Julio Buffarini publicó una emocionante carta en la que su hija junto a él y su mamá se despiden de San Lorenzo con muestras eternas de agradecimiento.
¡Hasta pronto San Lorenzo!
Soy Martina, quiero contarles que tengo 4 añitos, cuando mi papi llegó a San Lorenzo yo tenía 49 días, mi papá estrenaba título de padre y a la vez título de jugador de primera división... ¡Cuántas cosas nuevas en su vida, imaginense! Aún no había cumplido mis dos meses en este mundo cuando comencé a visitar las tribunas de San Lorenzo, todos mis sentidos comenzaron a desarrollarse entre colores azules y rojos, mis ojitos miraban todo y mis manitas eran felices cuando la lluvia de papelitos o algún globo travieso las tocaban... Mamá me llevaba a la cancha cada partido de local para alentar a papá.. A medida que iba creciendo la gente de la platea ya me decía: "Hola Martina" y hubo una época en que el panorama no era claro, en esos momentos sólo sentía en mis gorros de colores el toque esperanzado de muchos hinchas porque decían que yo traía suerte, era muy gracioso aunque lo único que importaba era ganar.
Muchos de ustedes recordarán cómo mi papi festejó conmigo el día que nos salvábamos de la promoción... Aunque era muy bebé pude sentir la felicidad que había en casa en esos días... Los meses iban pasando, aprendí a decir mis primeras palabras, gol fue una de ellas, aprendí a dar mis primeros pasos y las tribunas fueron testigo de eso, encontré en la cancha a muchos amiguitos con quienes jugábamos y nos aprendíamos las letras de las canciones que mucha gente cantaba con alegría, canciones que reproducía en mi jardín y que a mis seños les causaba mucha gracia.
Mi corazoncito se fue haciendo azulgrana día a día, papi ganó su primer Copa cuando yo tenía un año y aunque poco entendía también fui feliz, a mis dos añitos cantaba "Dale, SanLoré, queremos la Copa" como una hincha más y tuve a un Campeón de América en casa ¡¿Tienen idea de la felicidad que eso significa?!
El año pasado comencé mi salita de tres y llevé a varios amiguitos a la cancha...
En febrero de este año ganamos otra Copa, la Super-Copa y ya más grandecita puedo sentir y entender más lo que significa ganar una medalla.. Pero no todo siempre fue tan lindo, al día siguiente de que papá sea nuevamente campeón recibíamos una noticia muy triste, mi hermanita Lola no llegaría a este mundo y a eso no lo entiendo demasiado pero sí puedo sentir y agradecer el calorcito, el cariño que cada uno de ustedes tuvo con mi pequeña gran familia, pude sentir que ustedes, Cuervos, no son solamente un club sino una inmensa familia que nos mimó el alma cuando más lo necesitábamos, no saben cuánto bien nos hizo, se lo voy a agradecer siempre...
Esto que les cuento fue la historia de mi vida hasta ahora, una historia con muchísima alegría y buenos recuerdos que con mi mamá y papá guardaremos por siempre en lo más profundo de nuestros corazones, una historia de momentos muy lindos vividos que no se separarán de San Lorenzo porque este club me vio crecer y ahora, porque el fútbol es así, nos toca irnos a volar por otro rumbo, a probar nuevos aires y seguir acompañando a la carrera de papá...
Nunca los vamos a olvidar, por todo lo vivido, y por todo lo que vendrá, porque San Lorenzo es parte de nuestros corazones, no les decimos adiós, sino hasta pronto San Lorenzo...
Martina Buffarini