¡Feliz cumpleaños, Cóndor!
Hace 38 años nacía en Luján de Cuyo el arquero más trascendente en la historia de San Lorenzo de Almagro. En Boedo ganó tres títulos con grandes actuaciones en todos ellos, ¡Salud, Torri!
Dicen que el puesto del arquero es el más ingrato, porque siempre sos el ojo de las críticas y los elogios se van para los que hacen goles. Sebastián Torrico, que hoy está cumpliendo 38 años, contradice a las estadísticas que le marcan un cero en el casillero de gritos sagrados, porque en sus guantes está gran parte de los festejos azulgranas.
Desde aquel debut con Morón por Copa Argentina, que nos clasificó haciéndose enorme en la tanda de penales, Torrico demostró que venía para quedarse por más de dos meses como lo establecía su contrato temporal.
Luego la titularidad y grandes rendimientos en el Inicial 2013 desembocaron en una "final" en el José Amalfitani contra Velez. Cuando la historia se ponía jodida, Torrico puso su guante derecho (que hoy vive en el Vaticano) y le ahogó el grito a Allione para que Boedo festejara después de seis años.
Pasaje a Copa Libertadores, esa copa del 2014 donde el humilde Cóndor mendocino escribiría las páginas doradas de su cuento. Primero Gremio, y los dos penales atajados en Brasil para irnos a los cuartos de final. Luego el Mineirao, y Alf convertido en muralla para que de la mano de Bauza (y de las suyas) avancemos a las semifinales. El resto es historia sabida. San Lorenzo campeón de América por primera vez.
Supercopa en el 2016 frente a Boca en Córdoba y cierre de la trilogía para el arquero más trascendental de nuestra historia. Desde ahí para acá en el tiempo, más ratos en el banco que en la cancha, pero donde siempre estará Torrico, es en el corazón del hincha azulgrana.
¡Felices 38, Cóndor!