No cambió la cara

Las cinco de la tarde en Perú eran las siete en Argentina. En ese horario, San Lorenzo saltó al Monumental de UNAS para poder dar vuelta la historia que lo azota desde el año pasado, en el encuentro ante Melgar. Luego de doce partidos sin ganar, Almirón planteaba para el debut de la Copa Libertadores a los siguientes nombres: Monetti; Salazar, Coloccini, Senesi, D. Pérez; Poblete; Román Martínez; Botta, Castellani, Fértoli; Blandi.

Desde el primer tiempo San Lorenzo impuso su dominio por sobre el conjunto peruano manejando la pelota e incomodando a Melgar. El partido se fue dando mientras los dirigidos por Almirón buscaban espacios para penetrar la defensa. Si bien la posesión de la pelota estuvo mayoritariamente a cargo del Ciclón, nuevamente el equipo tuvo las mismas falencias en ataque que las observadas en los anteriores enfrentamientos. La falta de profundidad es, quizá, el flagelo más grande que tiene San Lorenzo a la hora de atacar. Las conexiones entre Román Martínez y Gonzalo Castellani se presentaban más que interesantes, pero no terminaban de generar peligro en el área rival. San Lorenzo no tuvo opciones para convertir, más allá de algunas aproximaciones.

El segundo tiempo se planteó de manera similar a la primera parte. El equipo siguió con la tenencia y con el dominio por encima de Melgar. El equipo peruano se vio menos participativo que la primera parte pero mantuvo el orden defensivo que venía teniendo en el comienzo. Durante toda segunda parte, el equipo tampoco remató al arco ni complicó al equipo peruano. El más claro de San Lorenzo fue uno de los últimos y más polémicos refuerzos: Román Martínez. El ex Lanús no tuvo una gran movilidad pero desde su lugar pudo aportar al ataque con toques precisos e incisivos. San Lorenzo repitió la historia: No pudo ganar.

El equipo de Almirón sumó un punto importante que le va a servir, siempre y cuando haga lo propio de local. El sábado enfrentará a Boca a las 21:10, en su compromiso correspondiente a la Superliga.