Imbatible abajo, inofensivo arriba: las dos caras del Ciclón

Depende de donde se lo mire, lo de San Lorenzo en los recientes partidos puede ser muy positivo o bien resulta no ser tan bueno. Es que si la lupa se posa sobre la defensa y el arco propio, los números son espectaculares, aunque si el foco se pone en el ataque, la mano viene floja. Es la doble vara de este Ciclón al que no le hacen goles, pero que sus delanteros tampoco convierten en el arco de enfrente. Tan marcada es esta “manta corta”, que sus último tres compromisos resultaron 0-0 (Vélez, Palestino y Defensa y Justicia).

Si se empieza de atrás hacia adelante, el equipo de Ruben Darío Insua es de los mejores del campeonato. Es el escolta del torneo local porque basa su sustentabilidad en la solidez defensiva y las manos de su buen arquero, Augusto Batalla.

Batalla acumula 22 vallas invictas en 35 presentaciones con el buzo azul y rojo. Y San Lorenzo es el equipo menos goleado en lo que va del campeonato local. En 15 fechas disputadas solamente le anotaron cinco tantos. El líder River recibió un gol más y tiene seis en contra de su valla.

Además, San Lorenzo es el equipo con mayor tiempo sin recibir goles vigente como local entre las principales 30 ligas del mundo. Suma 1.040 minutos (770 con Batalla, 180 con Altamirano y 90 con Torrico).

Esta gran virtud en la última línea, que encuentra rendimientos muy elevados como los de gastón Hernández y Federico Gattoni, y un escalón más abajo Rafa Pérez, se contrapone con lo que pasa del otro lado del equipo: en el ataque.

Arriba la pólvora está mojada, sobre todo para los centrodelanteros del cuadro de Boedo. El último de los '9' azulgrana en gritar un gol propio fue Nicolás Blandi por la Copa Argentina ante Sarmiento de Resistencia, en la noche que clavó un doblete.

Desde ese momento, el cuadro de Boedo jugó 11 encuentros en total y no hubo más conversiones de sus '9' de área. Fueron seis goles hechos por Federico Gattoni, Rafael Pérez, Nahuel Barrios, un doblete de Iván Leguizamón y uno en contra de Guillermo Fernández (Boca).

Vombergar es quien lleva más tiempo sin anotar, con una racha negativa de 876 minutos. Su última vez fue contra Gimnasia La Plata, el 11 de marzo.

Por su parte, Bareiro acumula 601 minutos sin festejos propios. También marcó por última vez en el duelo contra el Lobo platense. Ese día hizo dos, uno de penal. En el medio sufrió una lesión y por eso suma menos tiempo de sequía que el esloveno, quien jugó más.

Blandi, que habitualmente es suplente e ingresa desde el banco en los segundos tiempos, tiene 147 minutos sin inflar la red del rival. Claro que por su condición de relevo es quien tiene menor competencia de los tres centrodelanteros del Ciclón. Fue titular ante Platense y en los últimos tres cotejos permaneció en el banco sin ingresar.

San Lorenzo metió un solo gol en sus últimos seis partidos. Y el autor fue Rafa Pérez, contra el Calamar. La sequía es preocupante y se sigue extendiendo. Todo lo bueno de la defensa falta arriba. Y no es únicamente un problema de rachas porque el Ciclón necesita tener mayor profundidad. Si no es por la movilidad y explosión de Nahuel Barrios no genera y eso es un tema a resolver por el entrenador.

Por @LanzillottaOk