La Bombonera le sienta bien: El inolvidable gol azulgrana del pibe Rossi para ganar la liguilla 91

El 11 de agosto de 1991 San Lorenzo derrotó a Boca por 1 a 0 como visitante, en la final de vuelta de la liguilla pre-libertadores. Con el triunfo el Ciclón logró clasificar a la edición de 1992 de la copa más importante del continente, dejando en el camino no solo a Boca, sino también a River e Independiente. Rubén “yaya” Rossi convirtió un festejado y recordado para el corazón azulgrana.

Tras finalizar subcampeón del Torneo Clausura 91, San Lorenzo tomó como principal objetivo obtener la liguilla pre-libertadores, que le permitiera volver a disputar la ansiada copa. Pero los “santos” no podían utilizar a su principal figura, Leonardo Rodríguez, ya que disputaba la Copa América con la Selección Argentina, siendo luego vendido al Olimpique de Marsella. Con esa importante baja, San Lorenzo trajo en préstamo a dos jugadores de buenos rendimientos en Deportivo Español: el defensor Carlos Bustos y el volante José Albornoz.

En primera instancia San Lorenzo eliminó a Independiente (1-1 y 2 a 1), luego a River (dos empates 0 a 0 y victoria azulgrana en penales por 4 a 1), para acceder a la final ante Boca. La primera final la ganó San Lorenzo por 1 a 0, con un penal que Fabián Carrizo cambió por gol, cuando faltaban menos de diez minutos para la conclusión del partido. San Lorenzo jugaba desde los 26 de la primera etapa con un jugador menos, por expulsión del uruguayo Matosas.

Tres días después y con la ventaja a su favor San Lorenzo se presentó en la bombonera con Labarré, Zandoná, Bustos, Simionato, Montenegro; Ballarino, Carrizo, Albornoz, Roberto Garcia (Riquelme); R. Rossi y Czornomáz (J. Rinaldi). Dt: Areán El Ciclón controló el partido y lo dejó sin argumentos a su rival, cuando a los 8m del complemento luego de un desborde por la izquierda del talentoso “Totó” García derivó en un centro, que el pibe Rubén Darío Rossi (una promesa del semillero azulgrana de gran velocidad) conectó y tapó en primera instancia Navarro Montoya, pero que le volvió a quedar al pibe para rematar cruzado y señalar el 1 a 0 final. Las dos bandejas visitantes abarrotadas del publico azulgrana, festejaron ese gol consagratorio.

Los locales terminaron con diez hombres por la expulsión del violento ex jugador azulgrana Enrique Hrabina. El juego fue controlado por Ricardo Calabria, reconocido hincha del cuervo. “San Lorenzo de los milagros” tituló la revista El Gráfico, mostrando el efusivo festejo del “Yaya” Rossi, un gran jugador al que las lesiones malograron prematuramente su carrera. Esa tarde cumplió su sueño y señaló el primer gol con San Lorenzo. Inolvidable.

POR LEANDRO D'AMBROSIO

Mundo Azulgrana

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