San Lorenzo reaccionó y a puro empuje salvó la ropa ante Newell's

El Ciclón de Pipi Romagnoli empezó abajo en el marcador muy rápido, pero los cambios lo revitalizaron y logró empatar 1-1 con gol de Blanco. ¡Mirá!

Banega y la marca de Remedi.

Banega y la marca de Remedi.

Empezó mal y, si bien no ganó, terminó con una mueca de satisfacción San Lorenzo. Los de Leandro Romagnoli, que otra vez no pudo contar con los refuerzos, debieron remontar un duro partido ante Newell's en el Bajo Flores. Los cambios ofensivos del técnico funcionaron y Seba Blanco logró convertir por primera vez desde su vuelta para darle el 1-1 final al Ciclón.

Apenas 5 minutos duró el entusiasmo en el Nuevo Gasómetro. San Lorenzo arrancó pésimo la cálida tarde porteña. Newell's lo presionó desde el inicio y lo ahogó. Tanto que llegó al gol de inmediato.

Un desborde por la derecha de Armando Méndez, quien aprovechó que el local quedó mal parado. Nahuel Barrios lo persiguió pero no le pudo ni hacer sombra. Méndez enganchó y mandó el pase al segundo palo para la llegada de Juan Ramírez que le ganó a Jhohan Romaña y definió abajo del arco.

Un desconcierto absoluto era San Lorenzo. Aturdido por ese golpazo casi desde el vestuario, no podí hacer pie el dueño de casa ante un conjunto rosarino intenso y decidido a atacar, con Ever Banega al mando de la conducción con su experiencia y oficio.

Trató de acomodarse mejor en el campo el cuadro dirigido por Romagnoli luego de ee amanecer traumático. Cristian Tartagona vio luz y le dio al arco. Desde muy lejos, sí, pero el delantero al menos se animó a pegarle para sacudir a un dormido Ciclón.

Desde afuera, el público también intentó hacer reaccionar al equipo. "¡Movete, Boedo, movete!", fue el grito de guerra que esta vez se escuchó demasiado temprano en la cancha. Pasada la media hora, la gente se hartó. También la ligó la dirigencia. Hubo cantos de protestas generalizados en un clima caliente.

Si bien San Lorenzo niveló el trámite en el mediocampo y los rosarinos ya no atacaron intensamente como antes, tampoco el elenco azulgrana pudo ser profundo y acercarse siquiera al empate en esa etapa inicial floja.

Pipi metió mano para el complemento con el ingreso de Diego Herazo para formar un doble nueve con Tarragona (salió Barrios). Un 4-2-4 se dibujó en la silueta de San Lorenzo, con Iván Leguizamón y Alexis Cuello por los costados. Un remate de Legui. Un intento de Herazo de cabeza. Un remate mordido de Remedi. El local era poco claro, pero pasaba a inclinar la cancha.

De a poco fue pensando más en ofensiva San Lorenzo. Leguizamón prtagonizó otra llegada muy clara: quedó de frente al arco para rematar, sacó el zurdazo y tapó el arquero Ramiro Macagno.

Pero el que se destacó no fue un atacante. Fue Romaña. Primero lo salvó a Facundo Altamirano cuando el arquero casi se manda un blooper. Y después se mandó al ataque como un extremo por la derecha para mandar el centro que derivó en la igualdad de Sebastián Blanco. La pelota no fue rechazada por la defensa leprosa y desde el piso Blanco definió.

Un detalle: Romagnoli había mandado a la cancha a Daniel Herrera por Nahuel Arias, pero Romaña por su cuenta decidió que él jugaría como lateral y que el pibe Herrera sería zaguero. Por eso el cafetero pudo soltarse en ataque para la jugada del gol.

San Lorenzo no se conformó y fue por el triunfo. Lo tuvo Braida con un zurdazo que se le colaba al ángulo a Macagno, pero el arquero de Newell's se despachó con una volada espectacular para sacarla al córner. Fue la última, todo terminó empardado en uno.

Por @LanzillottaOk

Mundo Azulgrana

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