¡A la final!

Si no sufrís no vale, dicen los hinchas de San Lorenzo. En un difícil y dramático encuentro, el conjunto azulgrana con gol de Blanco igualó 1 a 1 con el Banfield de Julio César Falcioni.

Hubo que sufrir, pelear, trabajar y sacrificarse para alcanzar un empate ante un Banfield que en lugar de esperar sorprendió de entrada al conjunto local y se puso arriba en el marcador con gol del tanque Silva, el cual estuvo muy bien acompañado por Simeone.

San Lorenzo no hacía pie en el partido, era superado en todas las líneas, pero una patriada en el final de Sebastián Blanco tras una habilitación excepcional de Nicolás Blandi, ponía las cosas igualadas antes de ir al entretiempo.

En la segunda etapa San Lorenzo presionó más pero sin ideas y para colmo perdió a Néstor Ortigoza por lesión. Su reemplazante, el Pitu Barrientos, le dio más movilidad al equipo pero las situaciones escasearon.

Las noticias de San Juan eran buenas: los locales ganaban, pero un gol de Godoy Cruz o de Banfield sentenciaba la suerte. Para colmo ambos conjuntos la tuvieron en la última para cambiar la historia, pero seguramente el Papa Francisco jugó su partido y San Lorenzo consiguió una milagrosa clasificación a la Copa Libertadores y a la definición del torneo en donde espera Lanús en el Monumental.