Un nuevo guaraní por Boedo

El primer paraguayo que arribó a San Lorenzo fue el insider Jacinto Villalba, contratado en 1932. Su exitosa carrera en el club se prolongó hasta 1935, siendo integrante del primer campeón profesional en 1933. En aquel equipo triunfador también jugaban Bartolomé Brizuela y Cipriano Achinelli, que contratados a Chacarita y Atlanta respectivamente, cumplieron con prestancia. En aquella década también jugó fugazmente el defensor Urbieta Sosa, que llegó a jugar como naturalizado el mundial del 34 para Argentina.

No fue hasta la década del 50 cuando llegaron en fila los delanteros campeones del Sudamericano del 53 Angel Berni (el guaraní que más goles hizo en San Lorenzo, con 29 tantos) y Rubén Fernandez (de escasa participación). También actuó el wing Ricardo Quiñones, que venía para sorpresa de jugar en el “globo”.

En los 60 fueron “carasucias” Vicente Rodríguez y Eladio Zárate (a quien en el 65 se cedió como parte del pase de Rendo) y hasta un arquero de solo un partido en dicho año, Juan Miguel Pérez, que atajó el día del retorno de Casa, tras el accidente que le costara la pérdida de un brazo.

Recien en los 80 volvieron los guaraníes, destacándose por sobre todos el arquero José Luis Felix Chilavert, de gran labor entre 1985 y 88, llegando a superar los 100 partidos en Boedo. También jugaron los ignotos Angel Aguilera (el arquero record del club ya que jugó menos de un minuto y nunca volvió a hacerlo!), Rafael Bobadilla, Ramón Escobar, Felix León (que le hizo un golazo a Boca en un empate en dos goles en 1989) y el arquero Rubén Ruiz Díaz, que defendió el arco azulgrana por 3 temporadas. Ruiz Díaz es presidente de Rubio Ñú, equipo de donde procede el refuerzo Piris Da Motta.

De los 90 hasta hoy actuaron también Hugo Ovelar, Héctor Blanco, Pablo Velázquez, José Devaca, José Saturnino Cardozo y Aureliano Torres, que tiene el orgullo de ser el paraguayo con más partidos en el club, con 124 presencias.

Nota: En esta nómina no son considerados Néstor Ortigoza y Jonathan Santana, por ser paraguayos naturalizados ni tampoco aquellos formados en inferiores en Argentina y que no llegaron desde su país contratados, como ser: Eugenio Morel Bogado y su hijo Claudio Morel Rodríguez, César Mendoza, Celso Esquivel y Germán Centurión.