El primer rival oriental
San Lorenzo enfrentó mañana de modo informal a Montevideo Wanderers, que tiene el honor de ser el primer equipo uruguayo que el Ciclón enfrentó en su historia, en una edición no reconocida como oficial de la Copa Río de la Plata jugada en 1924. Una vuelta por aquella historia.
San Lorenzo y Wanderers jugaron un partido de práctica en Ciudad Deportiva, en el que habrá una importancia solo relativa para evaluar los movimientos de los jugadores. Sin embargo, ambas instituciones cuentan con un antecedente histórico que vale recordar, como fue la Copa Río de la Plata que los enfrentó como campeones de 1923.
El Ciclón (campeón de la Asociación Amateur de football) y los uruguayos (campeones de la Federación de football) jugaron a partido único el 22 de junio de 1924 en la vieja cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires en Palermo, con el arbitraje del oriental Mangler. San Lorenzo se presentó con Caldano; Omar y Enrique Monti, Alfredo Sánchez, Luis Monti y Fossa; Carricaberry, Lindolfo Acosta, Maglio, Valente y Danieli.
San Lorenzo convirtió en figura al arquero uruguayo Cappuccini, al que solo logró vulnerar una vez con un tanto que convirtió el legendario Alfredo Carricaberry a los 19m del complemento. Con el 1 a 0 final el Ciclón logró su primer trofeo internacional, halago que muchos historiadores no suelen considerar oficial.
Sucede que tanto San Lorenzo como Wanderers no jugaban por entonces en entidades reconocidas por la FIFA, debido a las divisiones producidas en ambos países. En Argentina solo estaba afiliada la Asociación Argentina y en Uruguay la Asociación Uruguaya. Curioso era el caso del equipo blanquinegro uruguayo que jugaba con dos equipos paralelos en las entidades de su país: el Atlético Wanderers (el que enfrentó San Lorenzo, campeón de la disidente Federación) y el Wanderers (en la Asoc. Uruguaya).
Cuando se enfrentaron San Lorenzo y Wanderers no estuvo en juego la Copa Ricardo Aldao, que enfrentaba a los campeones de ambas márgenes del Río de la Plata, ya que dicho trofeo lo organizaban las entidades afiliadas a Fifa (algo que si sucedió cuando San Lorenzo ganó la edición de 1928 al vencer a Rampla por 1 a 0).
Noventa y tres años después de ese partido y polémicas al margen, hay que valorar sin quitarle méritos a la legítima victoria de San Lorenzo en aquella edición de la Copa Río de la Plata. Aquel partido se jugó a cara de perro y ante un rival, que tenía el aval del fútbol rico de su país, que venía de ser campeón olimpico trece días antes al vencer a Suiza por 3 a 0 en los Juegos de París.