¿Que te pasa Ciclón?

Milagro Vaticano lo llaman algunos o "a la suerte hay que entrenarla", dice sonriente el DT. Sin embargo, cuando dependés de circunstancias divinas más que de tu rendimiento, lo más probable es que en poco tiempo la suerte te de la espalda.

Ahora los hinchas buscan poner las responsabilidades en distintos actores: a) La dirigencia, porque vendió muchos titulares indiscutidos y se trajeron casi ex jugadores y apuestas. b) El entrenador Diego Aguirre, que trás un año de conducir el plantel, sigue sin encontrar un esquema de juego. c) Los jugadores, sobrevalorados muchas veces por la gente.

Es cierto que las ausencias son muy importantes. Buffarini, Más, Cauteruccio, Blanco y más recientemente Ortigoza son muy difíciles de reemplazar. Las incorporaciones pasaron de jugadores experimentados pero en el retroceso de sus carreras (Tino Costa, Bergessio, Coloccini), como otros que no estaban en gran nivel (Botta, Corujo), para terminar con una serie de apuestas que veremos como rinden (Salazar, Gudiño, Castro).

El entrenador tampoco ha acertado en el esquema apropiado. Si bien en el 2016 se destacó que San Lorenzo intentaba jugar con un buen manejo de pelota, que logró recuperar a jugadores como Blanco y Cauteruccio, que obtuvo lo mejor de Belluschi y que comenzó a posicionar en el equipo a juveniles como Rojas, Merlini, Senesi y Montoya, en los momentos claves, sobre todo definiciones ante Chapecoense y Gimnasia La Plata, le faltó interpretar mejor los partidos y llegó a tomar decisiones gravemente erroneas, como por ejemplo pensar que Corujo podría reemplazar a Belluschi.

El juego en este 2017 ha ido verdaderamente en retroceso. Ya ni se recuerda cuando fue la última vez que se jugó a algo. La idea permanente del modelo 4-1-4-1 hace agua por donde se lo mire. Un solo volante de contención no alcanza en este equipo. Sea Mussis o sea Mercier. El primero, por severas limitaciones futbolísticas y el "Pichi" porque a esta altura de su carrera no sirve para dicho esquema, pero sí para respaldar solidariamente con ubicación a dos posibles laterales-volantes.

Con un Belluschi en baja futbolística y dos extremos como Cerutti y Merlini, con mucha velocidad pero con escasa capacidad de gol, Blandi queda como llanero solitario para tocar 4 o 5 pelotas por partido. Ya sería hora de ir tratando de modificar el esquema, quizás pasar a un 4-4-2, e incluir a Reniero para darle más acompañamiento a Nico en la ofensiva.

Gabriel Gudiño y Alexis Castro por ahora parecen opciones para ingresar en los encuentros, pero ninguno te va a salvar por el momento, sino que pueden acompañar en un esquema y en un mecanismo más aceitado.

Otras cuestiones a resolver es el lateral derecho. Se puede aportar más marca con Paulo Díaz, pero en los encuentros donde se necesita la presencia de laterales en ataque, es necesario un verdadero marcador de punta con despliegue como Víctor Salazar. Es incomprensible que contra Cipolletti no haya actuado este último.

En la zaga central la presencia de tres experimentados como Marcos Angeleri, Matías Caruzzo, Gonzalo Rodriguez y más atrás Marcos Senesi, le da opciones al entrenador, pero hasta ahora no se ha notado seguridad total en la última línea.

La suerte no nos va acompañar en todos los partidos. Es hora de empezar a ver algo distino antes que sea demasiado tarde.