En Boedo es matador
San Lorenzo ganó nuevamente en el Roberto Pando: fue 92 a 67 frente a Instituto de Córdoba. El Ciclón es más puntero que nunca, y a pesar de algunas bajas mantiene el paso arrollador.
Pocos partidos más complicados que Instituto de Córdoba puede haber para San Lorenzo en nuestra Liga Nacional, es más, fue la Gloria uno de los dos equipos que pudo vencer al Ciclón en los seis meses que van de temporada (semifinales del Super 20), pero si a todo esto le sumamos las bajas de Nicolás Aguirre y Selem Safar, es aún más complejo.
Con este marco se presentaba el bicampeón en el Roberto Pando, que fue clave haciendo presión en momentos donde el duelo se antojaba parejo y los fallos arbitrales eran el centro de la escena. Si, parejo, porque el resultado final no muestra que la visita se llevó el primer tiempo 39 a 34, en unos veinte minutos donde primó la fricción y la protesta (Deck sufrió un técnico en la última posesión del cuarto).
Ya en la segunda mitad, Facundo Piñero acumuló una antideportiva y una técnica para irse expulsado. Eso sacó un poco de partido a Instituto, y las distracciones contra el mejor equipo de Argentina se pagan caro. La defensa asfixiante al tirador Davis, y los ataques de los internos Gabriel Deck y Javier Justiz Ferrer comenzaron a inclinar la balanza a favor de San Lorenzo, que aprovechó otro momento caliente del partido (técnica al banco cordobés) para escaparse en el tanteador.
En el último parcial fue un exhibición televisada, liderada por el núcleo joven del Matador (Vildoza, Fernández -de buenos minutos-, Cardo, Hierrezuelo). La distancias se hicieron inmensas, e Instituto bajó la guardia contra un San Lorenzo que mantuvo la intensidad voraz que lo caracteriza. En consecuencia, la historia terminó 92 a 67 para el puntero del campeonato, que ahora se prepara para la Supercopa del miércoles ante Regatas.