La cabeza salvadora del Pampa

Gran clima de fiesta se vivió esa tarde/noche invernal de la fecha 16. San Lorenzo con la presión de seguir ganando para mantener la punta ante el acecho de Gimnasia de La Plata (que había ganado previamente a Racing como era habitual, con un gol sobre la hora de juego), enfrentaba a Boca que mantenía alguna chance remota de pelear el torneo.

El Ciclòn entrenado por el “Bambino” Veira jugò con su equipo habitual, con la sola excepción del ingreso de Rivadero en lugar de Netto. San Lorenzo formò con Passet; Escudero(luego Arbarello), Arèvalo, Ruggeri, Manusovich; Monserrat, Galetto, Rivadero, Silas; Biaggio y Esteban Gonzàlez (luego Fernando Batista).

El partido fue trabado y con pocas acciones en la primera parte. Un foul violento del “colorado” Mac Allister a Biaggio a los 2m del complemento, dejó a la visita con diez y San Lorenzo comenzó a acorralar a su rival, aunque pasaba también alguna que otra zozobra defensiva. Veira hizo ingresar al “perro” Arbarello para tener màs desborde y el cordobés cumplió. Una infracción a èl a los 29m, derivò en un tiro libre que pateò de forma exquisita Silas y que Biaggio anticipò al primer palo con un gran cabezazo.  Un gol para seguir gritando hasta hoy.

Pero a pesar de la ventaja hubo tiempo para los nervios, con la posterior tapada con una mano que Passet hizo ante un tiro bajo a colocar a un palo por parte de Pico. Una salvada milagrosa. A falta de un par de minutos en una corrida en contragolpe Arbarello fusilò a Navarro Montoya para el 2 a 0 final, y el éxtasis de la Gloriosa que querìa ser campeón. Quien les escribe gritò tanto aquellos goles en la popular local que estuvo casi al borde del desmayo. Una noche de emoción y goce.