Tarde de tensión, nervios y desahogo final fue aquella del 15 de diciembre de 2013. San Lorenzo llegó a la fecha final con dos puntos de ventaja sobre los escoltas Newells, Lanús y Vélez, con quien justo debía medirse en su propio estadio de Liniers. El Ciclón había perdido la oportunidad de consagrarse 15 días antes cuando empató como local ante Estudiantes sin goles, en un partido en el que fuimos despojados en los minutos finales de un claro penal a Cavallaro no sancionado por el pésimo árbitro Lunati.

San Lorenzo se presentó la tarde campeona con: Torrico; Buffarini, Gentiletti, Cetto, Kannemann; Mercier, Ortigoza, Piatti, A. Correa, Romagnoli; Alan Ruiz. Sin su público para alentarlo y también padeciendo al errático juez Néstor Pitana San Lorenzo disputó el partido sin jugar bien, pero con coraje y la bandera de su capitán Leandro Romagnoli llevando la pelota.

San Lorenzo tuvo sus contadas oportunidades pero los locales presionaron, ya que si ganaban obtenían el título. El Ciclón se aferró al punto sabiendo también que en Rosario Newells y Lanús igualaban 2 a 2 y con la paridad se mantenía la ventaja matemática para el título. Allí entró en juego el arquero mendocino que en silencio había llegado unos meses antes: Sebastian Torrico.

Torrico había debutado como los privilegiados, conteniendo dos penales ante Deportivo Morón por la Copa Argentina, que posibilitaron el difícil pase a la siguiente ronda. Allí dejó claro que venía con estrella. Esa misma que le brindó la intuición necesaria para detener el penal decisivo ante “Chiqui” Pérez, en el inolvidable clásico ganado a Boca en la marcha al título (1 a 0 con golazo de Angelito Correa).

Se llegó al mágico minuto 44 del segundo tiempo en Liniers cuando luego de un defectuoso rechazo de Cetto al medio del área, la pelota le quedó al juvenil Allione que sacó un fuerte remate que Torrico mandó al córner con la aparición de su providencial mano izquierda. El 0 a 0 final permitió el festejo hasta el hartazgo. El nombre de Torrico se perpetuó en la historia del club para siempre. Su mano “sagrada” fue depositada luego en las urnas del Vaticano, pero el “cóndor” se guardó otra para el 2014.

Mirá la atajada de Torrico a Allione que valio un campeonato: 

Velez 0 San Lorenzo 0 (Relato Mariano Closs) Torneo Inicial 2013 San Lorenzo Campeon (15/12/2013)

En Porto Alegre (ya con la dirección de Edgardo Bauza, luego de la “fuga” del olvidable Juan Antonio Pizzi) sacó a relucir tiempo después toda esa intuición que nos posibilitó el decisivo avance a los cuartos de final de la Libertadores. La Copa tan histérica se quedaba luego en Boedo. Torrico, al igual que el “gato” Alfredo Anhielo en el 74, lograba algo solo para privilegiados: llegar al club para ser desde la portería del inmediato campeón..

POR LEANDRO D'AMBROSIO