El primer triunfo de San Lorenzo ante Palmeiras en el Bidegain

En aquella edición de la Copa Mercosur San Lorenzo cumplió una gran actuación. Alcanzò las semifinales jugando con un equipo juvenil en el descollaban Romagnoli, Erviti, Franco, Estèvez y Romeo, acompañados por la personalidad de experimentados como Campagnuolo, Ameli, Tuzzio, Michelini y del talentoso colombiano Còrdoba.

En el grupo C el Ciclòn había postergado nada menos que a Boca, San Pablo y Universidad Catòlica, y en cuartos de final al Corinthians al que venció por 2 a 1 en los dos partidos. En semis le tocò un durísimo rival, ya que Palmeiras tenía un cuadro poderoso. Venìa de ganar su primera Copa Libertadores meses antes y se preparaba para jugar la final intercontinental ante el Manchester.

El 18 de noviembre en el Pedro Bidegain los cuervos se presentaron con Campagnuolo; Tuzzio, Còrdoba y Ameli; Pusineri, Michelini, Saric (Erviti), Morel Rodrìguez; Romagnol (C. Moreno); Estèvez y Romeo. Los verdes fueron Marcos; F. Arce, Junior Baiano, Galeano, Junior; Rogerio, Tiago, Zinho, Jackson; Paulo Nunes y Asprilla.

A los 11m del complemento un preciso pase de la “vieja” Moreno a Romeo que ingresaba al área, fue penado con un dudoso penal por el chileno Sànchez. Ivàn Còrdoba no dudò y lo cambiò por el 1 a 0 final. San Lorenzo sin embargo justificó el triunfo en la etapa final, mordiendo en todas las líneas ante un poderoso rival que no solo era el campeón vigente por entonces de la Libertadores, sino también de la Copa Mercosur.

Para Iván Còrdoba terminó igual siendo fue una serie amarga, ya que en la revancha jugada el 7 de diciembre tuvo otro penal a favor con el marcador de 0-1 abajo y esta vez Marcos se lo contuvo, perdiendo de tal forma una chance inmejorable para la clasificaciòn. Luego el Palmeiras señaló dos goles màs para un 3 a 0 final que lo depositò en la final, que luego perderìa ante el Flamengo. Ivàn Còrdoba jugò esa noche en el Parque Antàrctica su último partido con la azulgrana, ya que fue transferido al Inter de Italia, no teniendo el cierre que su campaña prometedora mereció tener.

 POR LEANDRO D'AMBROSIO