Crónica de un final anunciado
El "Método Guede" duró tan sólo seis meses en San Lorenzo. Llegó para revolucionar el fútbol y terminó enfrentado con los referentes, aislado y hasta teniendo que ceder a sus convicciones futbolísticas para que el desenlace no haya sido antes.
"Hay que desterrar el medio a perder, el miedo al fracaso", señalaba Pablo Guede al iniciar sus primeros pasos como entrenador de San Lorenzo allá por el mes de enero. El entrenador venía a implantar una idea ultraofensiva con un fuerte desapego a la marca y lo definía así: "Me gustan los esquemas con 3 delanteros, veloces en los costados, y atrás podés defender mano a mano, si te atacan con dos delanteros, se defiende con dos. Para eso está el arquero".
"Hay que desterrar el medio a perder, el miedo al fracaso" recalcaba Guede
Los periodistas y los hinchas al leer las crónicas y escuchar los audios se preocupaba por cómo San Lorenzo iba a hacerlo sobre todo en un campo de juego tan grande como el Bidegain. La fantástica noche en Córdoba ante Boca trajo ilusión pero luego el mundo azulgrana vivió angustiado con el esquema, como aquellas noches de copa Libertadores ante Toluca y Gremio.
Con los referentes nunca se llevó bién: apenas llegó lo encaró a Ortigoza y le dijo "no te voy a dejar afuera, pero no te voy a asegurar la titularidad", ante la mirada atónica del "gordo", el mejor jugador de San Lorenzo. Su locura para ocultar el "método Guede" lo llevó al aislamiento.
Con Mercier ya fue un clásico de entrada. Un supuesto exceso de peso motivó que el entrenador lo borre por completo mientras que la prensa informaba que esa era sólo una parte de la verdad. La realidad es que quería otra clase de volante central y el tiempo dió la razón, ya que a pesar de haber sido la figura de los últimos partidos de San Lorenzo y sobre todo en los clásicos, Bernardo Romeo reconoció que Guede pidió no contar más con el Pichi.
Cada hecho que el entrenador desmentía, los protagonistas lo confirmaban, como por ejemplo el negar que le exigió a Barrientos que se disculpe con los compañeros por enojarse tras un cambio, hecho que luego Ortigoza confirmara; También el desmentir que haya existido un incidente con los juveniles en el regreso en avión desde México, mientras Caruzzo 48 hiras despues en TyC manifestó que le "pidieron explicaciones al entrenador por el suceso" y el se las dió. Y también negar a un periodista que presentaba por TV un poder otorgado a un empresario para colocar su nombre en los países árabes, cuando hoy un colega desde aquellos lugares confirmó que las negociaciones empezaron hace dos meses.
Parte de la dirigencia quería que siga, pero otra no. Su destrato con cierto grado de soberbia, el hablar no sólo de no aceptar a Mecier sino en pensar en el fin de otros ciclos como Torrico y Romagnoli, el destrato hacia los juveniles al no permitirles ver los entrenamientos de primera por miedo a que pasen información, y el rechazar el interés de los dirigentes por repatriar a Coloccini ("no se si necesitamos alguien alli") y por incorporar a Ivan Rossi de Banfield ("quiero a Zucculini", sin importar que cambió en dos años cuatro equipos), fueron forjando un desgaste difícil de remontar.
En su paso quedará el haber goleado a Boca en la Supercopa y ganar la zona en el torneo local, como así también la penosa eliminación en la fase de grupos de la Libertadores sin haber ganado un solo partido y caer por goleada en la final ante Lanús.
Dicen que el tiempo cura las heridas. Que sea rápido porque se viene un año con torneo local, Copa Sudamericana, Copa Argentina y Copa Libertadores.
- más leídas del día
-
-
Cauteruchi: "Guede se fue por una cuestión personal"
-
La renuncia telefónica
-
El gran escape
-
Dos que pican en punta
-
Zielinski: "Tengo el perfil más de Bauza que de Guede"
-
La carta de intención para ir al fútbol árabe
-
Crónica de un final anunciado
-
¡Arriba Ciclón!
-
El análisis del ciclo Guede
-
El fideicomiso superó los 110 millones
-
Los 10 peores partidos de Guede
-