Hay que parar a San Lorenzo

Esa pareció ser la premisa hace 70 años, luego de que el Ciclón venciera en dos ocasiones a la Selección Española. La fama ganada por el equipo azulgrana obsesionaba a sus rivales, empeñados en destruir su juego preciosista.

La inolvidable gira azulgrana por la península ibérica.

La inolvidable gira azulgrana por la península ibérica.

El 16 de enero San Lorenzo volvió a enfrentar a la Selección Española (o Combinado español, como según apreciaba decir el entrenador local Hernández Coronado). El partido se jugó en el Estadio Metropolitano ante unas 60 mil personas y con la presencia del Generalísimo Franco, que fue ovacionado por los asistentes. El match fue arbitrado por el inglés Cyril Barrikcs, juez internacional que venía de arbitrar Portugal-Suiza.

El Ciclón de Boedo realizó una brillante exhibición de fútbol, apabullando por 6 a 1 a los locales (2 a 0 finalizó la primera etapa), con tres goles de Farro y uno de Pontoni, Zubieta de penal y Silva. La supremacía fue de tal forma, que al finalizar el partido el público invadió el campo de juego para llevar en andas al portero Bañón, que evitó lo que pudo ser una goleada mayor. La revista Mundo Deportivo expresó, a contrario del pensamiento del entrenador español: ¿Partido de prueba? Match internacional!

A raíz de sus victorias contundentes, sus rivales apelaron a partir de allí a todo tipo de tácticas para poder frenar a los argentinos. El 22 de enero San Lorenzo visitó al Valencia en el Mestalla. La premisa de los locales era no perder y para tal fin su entrenador Paserín, armó dos líneas de contención y marca personal. En una escapada solitaria Igoa puso en ganancia a los locales. Los de San Lorenzo en la segunda etapa cambiaron por primera vez su táctica, jugando al estilo español y cuando faltaban siete minutos Alarcón señaló el festejado gol del empate.

Cuatro días después, los azulgranas se presentaron en Riazor ante el Deportivo La Coruña (que actuaba reforzado con hombres del Celta). El partido finalizó empatado con el único marcador en blanco de la gira. El “divino” Zamora empleó como adiestrador  esa tarde lluviosa (al igual que días antes el Valencia), la marca personal para destruír la armonía del conjunto azulgrana.

Por último, el 6 de febrero en el último cotejo de la gira, San Lorenzo visitó al Sevilla, que actuó reforzado con dos jugadores de San Lorenzo que pretendía incorporar: el centro atacante Aballay y el medio Manuel Rodríguez. El encuentro tuvo poco de hospitalidad jugado con pierna fuerte por los dos equipos, ante un juez permisivo y un terreno embarrado por la persistente lluvia. El resultado fue un empate pero por el espectacular marcador de 5 a 5, con contínuas variantes (Sevilla lo ganaba 1 a 0, 3 a 2 y 5 a 4; San Lorenzo 2 a 1 y 4 a 3). A falta de diez minutos, Aballay que actuaba prestado le hizo un gol a San Lorenzo, que colocó el 5 a 4. Faltando cinco minutos igualó acciones Zubieta con un penal para los azulgranas. La gran figura sevillista fue Arza que señaló 3 goles. Los treinta mil aficionados se marcharon gustosos por el espectáculo. 

Leandro D´Ambrosio

@LeanDAmbros

Periodista egresado del Círculo de Periodista Deportivos. Es investigador de la historia azulgrana. Ha trabajado en distintos medios radiales, gráficos y webs vinculados a San Lorenzo. Autor del Libro de Oro de San Lorenzo (Editorial Perfil, 2013), un completo repaso por todos los partidos jugados por el Ciclón.

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