El Santo que ilumina a Catamarca

Existe un San Lorenzo en el interior: el de Alem en Catamarca a 1154 km de Buenos Aires. El barrio de Alem es uno de los más populosos del San Fernando del Valle de Catamarca. Casitas bajas, calles anchas, yuyos, tres mil vecinos, perros sueltos, motitos, pickups reventadas, la siesta de cada tarde, el mate en la vereda.

El barrio, cruzado por la avenida Alem, está en el sureste de la ciudad y se extiende hasta el margen del arroyo Fariñango. Sobre la calle Mate de Luna está la sede del San Lorenzo de Alem, funadado el 20 de mayo de 1936, club que actualmente juega en el Torneo Federal A.

La camiseta tiene los mismos colores que San Lorenzo de Almagro y se repite la sigla: CASLA. Incluso el escudo era muy similar al del Ciclón, pero con los años se cambió y se usa el escudo de la provincia con el CASLA adelante.

El clásico es contra Villa Cubas, equipo de otro barrio muy populoso de la capital catamarqueña. La rivalidad es histórica. Este año Villa Cubas descendió y en el barrio de Alem esa caída motivo las burlas de los rivales. Los hinchas de San lorenzo de Alem se reconocen como los santos.

La sede de San Lorenzo de Alem está en el corazón del barrio y hace poco fue remodelada, luego de permanecer cerrada durante un largo tiempo. Hay canchas de vóley, de basquet y hasta un gimnasio de boxeo. "Acá hacemos todo a pulmón, es un club humilde, en un barrio humilde", dice María Jimenez, 33 años, abogada tucumana, presidente del club.

Al igual que el San Lorenzo de Almagro, el de Alem tiene objetivos más allá del fútbol: "Formamos un plantel competitivo, pero nuestros objetivos son otros. En el barrio hay muchas problemáticas de adicciones, por eso está bueno desarrollar actividades deportivas y culturales para alejar a los chicos de todo eso", finalizó la presidente.

Fuente: Revista CASLA