Gracias por la magia, Paulo
Un día como hoy pero de 1994, Paulo Silas debutaba en el fútbol grande de la Argentina. El "10" nacido en Campinas dejó un recuerdo marcado a fuego en el público azulgrana.
Decir Paulo Silas es sinónimo de buen fútbol y San Lorenzo; un 12 de abril de 1994 se puso la azulgrana por primera vez y aún hoy la lleva consigo donde vaya. ¿El debut? un partido en el Nuevo Gasometro, frente a una de sus víctimas favoritas: Boca Juniors. El mago nacido en Campinas hizo lo que quiso, grabando su nombre en el tanteador en una tarde donde al recién llegado le salió todo redondo.
Cuando en el clásico nada pasaba, la abrieron a la derecha y Paulo, con la clase que lo distinguía, la frenó con la derecha para que le quede calma sobre su zurda, y con ésta la ubicó bien lejos del arquero de Boca para darle los tres puntos de siempre, haciendo callar a aquellos que dudaban de sus condiciones al ver poco de él aquella tarde.
Desde ese día nació un romance entre Silas y la hinchada azulgrana, testigos privilegiados de su talento natural. El brasileño les ofrendó cientos de gambetas y el tan ansiado Clausura de 1995, la gente de San Lorenzo su idilio y admiración. Por siempre se recordará aquel negrito que llegó como desconocido y se fue tres años más tarde, siendo leyenda.
Hoy, 24 años más tarde, Silas sigue escapándose para ir al Nuevo Gasómetro, ya sea para ponerse un rato la 10 del senior o para sentarse en la platea a ver, como el dijo, "El amor de mi vida". ¡Por siempre en el corazón de los hinchas Santos, Paulo!
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