Sebastián Balsas revivió su gol a Boca: 11 puntos en la tibia, un grito y corrida con asistencia incluida para la victoria de San Lorenzo

Cada capítulo de San Lorenzo – Boca siempre deja alguna perlita o historias que quedan en la memoria. Sebastián Balsas puede presumir que fue la figura en uno de los clásicos disputados en la Bombonera, convirtiendo un gol y dando una asistencia. A pesar de su gran actuación, el delantero recordó en Mundo Azulgrana Radio la limitación física con la que jugó aquel encuentro y expresó como se viven aquellos partidos.

“Particularmente para mí fue un partido diferente porque me había lastimado un lunes, me abrí la tibia entrenando y me tuvieron que hacer 11 puntos, por lo que no pude entrenar y el médico me había descartado.”, comentó el uruguayo en Radio en Línea. Además, aquella tarde “hable con Ramón Díaz y le dije que quería estar de cualquiera manera, que aunque sea me llevara a la concentración para estar con mis compañeros. Un día antes del partido me hicieron trotar, me acuerdo que me temblaban todos los puntos y me dolía bastante la tibia, iba rengo y le dije que me concentraran.”

En referencia a aquel encuentro jugado contra Boca por la fecha 5 del Apertura 2010, Balsas confesó que “fue un partido soñado en el que pude hacer un gol”. A su vez, recordó cómo vivió el segundo gol que le dio la victoria a San Lorenzo y lo tuvo a él como asistidor: “Me pegué esa corrida de 70 metros e iba con los gemelos que me estaban dando en la nuca pero lo vi a Juan Menseguez que entraba por el otro lado solo y el gol es increíble. La verdad que fue emocionante.”  

El gran rendimiento que tuvo esa tarde, explicó que se dio por porque “Ramón desde lo anímico ha sido el mejor entrenador que he tenido. Ese partido me hizo sentir que era el mejor. Tenía compañeros que estaban al 100 % pero él me dio esa confianza y así salí a jugar, por mis compañeros, por la gente, estaba con fuerza y confianza. Me preguntaron si estaba para jugar y respondí que ‘estaba para los 90 minutos’ pero no estaba para jugar, se lo dije para que me llevara al banco porque quería estar sí o sí. Cuando llegamos al vestuario y vi la 9 para mí fue una tranquilidad. “

“La Bombonera es un escenario y partido especial, tanto para la gente de San Lorenzo como para la de Boca. Se que sigue la paternidad. Hay una mística de hace muchos años. A Boca con San Lorenzo se le resiste esa rivalidad.”, opinó el delantero charrúa sobre el clásico.

Además, recordó que fue un partido diferente por la visita especial de sus familiares: “Pese al dolor, era un partido que había soñado toda mi vida. Estaban mis tíos que vinieron de Uruguay y mis primas metidas en la parcialidad de San Lorenzo. Mi familia viajó para verme. En ese partido, que si bien habían 5.000 localidades, para mi habían 12.000 personas.”