Papá Peirone
Un 20 de febrero pero de 2005, Hernán Peirone entraba en el baúl de los recuerdos con un hermoso triplete para golear a Boca en el Nuevo Gasómetro, ¡Que bravo, Látigo!
Victorias contra Boca hay muchas, pero que se hayan disfrutado tanto como aquella del 20 de febrero de 2005, no tantas. El San Lorenzo de Héctor Rodolfo Veira, integrado por muchos jugadores de las inferiores del club, recibía a Boca que era dirigido por Jorge "Chino" Benítez, en el marco de la segunda fecha del clausura de aquel año. Y fue un baile.
El calor agobiaba y el Nuevo Gasómetro explotaba. San Lorenzo quería arrancar bien el campeonato ganando el clásico, y vaya si lo logró. A los 37 minutos de la primera parte, un rechazo de Walter García se transformó en una asistencia para Hernán Peirone, un joven cordobés que hacía sus primeras armas en primera; el "Látigo" la pinchó en el aire como un bailarín y remató cruzado para liquidar a Abbondanzieri. El Ciclón estaba en ventaja.
Ya en la segunda mitad, el Matador impuso condiciones, con el juego de Coudet y Messera, pero el que lo tradujo en el marcador fue nuevamente: Hernán Peirone. A los 21 del complemento, una jugada colectiva en la que triangularon Pablo Zabaleta, Jonathan Santana y Eduardo Coudet, terminó con un centro rasante de éste último para la aparición goleadora de Peirone. La cosa estaba 2 a 0.
Si esa ventaja no alcanzaba para humillar a los de la ribera, la figura de aquella tarde le agregó más picante aún. Iban 32 del segundo tiempo cuando Pablo "Pitu" Barrientos cortó un pase de Martín Palermo y agarró a Boca mal parado. Un pase exquisito de cachetada puso a correr a Peirone, que dejó pintado a Rolando Schiavi y fulminó al arquero de la visita. Luego, el festejo del zurdo reflejó lo que fue el clásico de aquella tarde: ¡Un baile!