El eterno grito de Mario Rizzi
San Lorenzo enfrentará esta tarde a Cipolleti de Río Negro en su debut en la Copa Argentina, en un duelo que nos recuerda a los viejos Torneos Nacionales y en especial aquella victoria por 4 a 0 de 1979 donde Rizzi señaló el último gol del viejo Gasómetro.
San Lorenzo y el albinegro rionegrino se enfrentaron por primera vez el 4 de noviembre de 1973 en Avenida La Plata por el Nacional de aquel año. El Ciclón ganó por 2 a 0 con sendos goles de Héctor Scotta, el segundo de penal. SL: D’Alessandro; Rezza (Brandli) y Rosl, Niño, Telch y Piris; Scotta, Espósito, Veglio, E. Chazarreta y H. Salinas (García Ameijenda).
No fue hasta el Nacional de 1979 que repitieron enfrentamientos por la zona d, a partidos de ida y vuelta. En Río Negro igualaron 1 a 1 (Coscia de penal para los santos), mientras que el 18 de noviembre el Ciclón ganó por 4 a 0. Coscia de penal, Miguel Angel Torres y por dos veces Mario Rizzi fueron las conquistas. SL: Corvo; O. Ruiz, Pena, Gette (Perazzo) y Villar (Manccinelli); Collavini, O. Rinaldi, Marchetti, Coscia, M. Torres y Rizzi.
Precisamente a los 32m del complemento Rizzi convirtió sin saberlo, el último gol del querido Gasómetro. Tras recibir un pase de Marchetti y realizar un par de amagues que desairaron a sus rivales, el delantero la colocó por arriba de la cabeza del arquero rionegrino, cerrando el abultado marcador. Dos semanas después San Lorenzo igualó sin goles con Boca en lo que sería el último partido del viejo estadio de madera. El honor pudo haber sido de Coscia, tras un penal a Insúa, pero Gatti contuvo el penal del rubio atacante.
Por último los mismos rivales volvieron a enfrentarse en el siguiente Nacional de 1980. Por la primera fecha del torneo San Lorenzo debutó venciendo a los rionegrinos por 1 a 0, con tanto del aguerrido volante Ricardo Collavini. SL: Mendoza; Schamberger, Verdecchia, O. Ruiz y Lupo; Collavini, O. Rinaldi, Corró (Insúa), Lazbal (Coffone), J. Rinaldi y Perazzo.
La revancha fue ganada por los locales también por la mínima, en un accidentado partido que debió suspenderse a los 25m al recibir una pedrada el lineman. A pesar de lo grave del asunto el partido continuó varias semanas después en dos tiempos de 33m, sin que se modifique el resultado final.
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